¿Por qué es importante potenciar la voz de las mujeres indígenas y que sean escuchadas?

Cuando faltan nuestras voces, nuestras realidades no se reflejan

© Cesar David Martinez

 

 

 

Los problemas que comúnmente afectan y preocupan a las mujeres no suelen ser tomados en cuenta, muchas veces, porque se desconocen y por lo tanto es menos probable que las políticas y programas los aborden, prioricen o financien. De ahí, la importancia de que las mujeres hablemos, pongamos en agenda temáticas que afectan más a mujeres que a hombres, expresemos las preocupaciones de quienes no pueden hacerlo y sobre todo, motivemos a otras mujeres a dar su opinión.

Una mayor diversidad de perspectivas beneficia a todas y todos. Sin embargo, incluso en sociedades en las que las mujeres tienen niveles altos de educación, empleos jerárquicos y están protegidas por normativas de derechos humanos, siguen siendo menos propensas que los hombres a dar sus opiniones.  Debido a esto, se pierde la oportunidad de dar a conocer sus valiosos conocimientos, sin darse cuenta de que, al rechazar una oportunidad de entrevista, el periodista simplemente acudirá a la siguiente fuente disponible, que probablemente sea un hombre.

Durante el Encuentro de Lideresas de la Amazonía realizado en Quito - Ecuador en 2022 gestado en  el marco del proyecto Amazonía Verde, financiado por el gobierno de Francia, vimos a mujeres indígenas expertas en estructuras tradicionales de gobernanza indígena, cosmovisiones, cultura y, sobre todo, en prácticas y políticas para la conservación de la Amazonía, potenciando su voz y compartiendo sus vivencias. Quizás sin saber, que cada una de sus reflexiones refuerza el beneficio de amplificar la perspectiva de las mujeres. Asimismo, hemos sido testigos de muchos ejemplos de mujeres que han tenido impacto al compartir experiencias y percepciones que anteriormente no se habían reportado o se habían omitido por completo.

“Lo mejor que puedo hacer es tener las herramientas y el conocimiento que necesito para poder hablar en nombre de mis hermanas y otras mujeres que no tienen las mismas oportunidades”, sostiene Elibeth Peredo, lideresa mojeña trinitaria de Bolivia. “Es un privilegio tener los medios, el apoyo y la convicción para hacerlo”, concluye.

En cuanto más ampliemos la representación de mujeres en estratos de toma de decisión y en los medios de comunicación (incluyendo a las redes sociales), más estaremos promoviendo la inclusión de mujeres de diversas etnias, diferentes zonas rurales, mujeres indígenas, emprendedoras, con capacidades diferentes, y podremos ver con más claridad la realidad en la que viven.

“La primera vez que sentí que tenía un punto de vista que debería ser escuchado y tuve la confianza para hablar frente a una cámara, estaba muy nerviosa, pero me animé a hacerlo” afirma Evelyn García, lideresa de la nación monkoxi chiquitana de Lomerío en Santa Cruz, Bolivia”. “Es nuestra responsabilidad Luchar por los derechos de nuestro territorio y los constantes avasallamientos. Queremos romper el silencio con nuestras voces y como mujeres hablar y animar a otras mujeres a que hablen”, complementa Agripina Tibubay del Bajo Madidi en la amazonia de Bolivia.

En el fondo, gran parte del liderazgo feminista consiste en hacer visible lo invisible para luego transformarlo. Esto es, mirar los sistemas económicos, sociales y políticos que producen y reproducen las desigualdades. Sin duda, las lideresas de la Amazonía, tienen el poder de contar sus historias y han aprovechado dicho poder para compartir las verdades de una generación a otra; esto es fundamental para dar a conocer sus vivencias.

En efecto, el “storytelling” es una herramienta ideal para motivar la acción de un modo que los datos por sí solos no logran. Se debería dar prioridad a este tipo de análisis en nuestras campañas y actividades de promoción, así como explorar formas más creativas de potenciar sus voces.

“Como lideresas, debemos trabajar en conjunto para proponer visiones de un futuro más equitativo. Tengo experiencia en lo que hago y estoy comprometida con mi territorio. Sé que mi voz puede cambiar los puntos de vista y hago un esfuerzo adicional para que se me escuche, concluye Bernice Serataya”, lideresa boliviana de la nación Chiquitana.

Las mujeres indígenas, con conocimiento firme de sus experiencias y la comprensión de sus prioridades, están listas para defender la Amazonía. Ellas lideran procesos de vida y, por tanto, sus voces merecen respeto.

Por Carina Osio

 

 

 

 

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